La inteligencia de negocios llegó hace varios años y está para quedarse, eso está muy claro, a lo largo de varios años de experiencia en consultorías en Business Intelligence y de seguimiento a artículos especializados e inclusive a los avances que han tenido las plataformas de visualización de información que cada vez más hacen maravillas, nos deja entrever los siguiente: mucha resistencia al cambio y las razones pueden ser muy diversas:

  • La principal es que ya se sienten satisfechos con las macros de hojas de cálculo y que con eso tienen la información que necesitan.
  • En dónde queda la confidencialidad de la información y la seguridad de los datos.
  • Que implementar Business Intelligence es un gasto que no pueden hacer por los momentos.
  • El Business Intelligence pone al descubierto la gestión deficiente de algunas áreas entonces no quieren que vean eso los directivos de la empresa.

La verdad es que no se han detenido a pensar en el excesivo tiempo que dedican los empleados a armar los interminables cuadros y gráficos en las hojas de cálculo, mostrando información que conlleva mucho riesgo por falta de objetividad y confiabilidad.

No han evaluado las pérdidas de oportunidades de negocios que podrían surgir si sus empleados dedican ese tiempo a analizar y descubrir nichos, mejorar la experiencia del cliente, etc.

No han visto que en vez de un gasto están invirtiendo en mejorar su productividad, eficacia, eficiencia y rentabilidad porque con todo lo que implica disponer de información creada por un Business Intelligence verdadero es tener todo el conocimiento de la empresa (pasado, presente y futuro) en la palma de la mano.

No en vano los países considerados desarrollados llevan la delantera en este tema aplicado análisis de datos en todos los procesos de la vida en general, usando datos para el estudio científico, medicina, negocios, tecnología etc. y todavía en latinoamérica el Business Intelligence es una novedad.

Cuando en realidad es que ya estamos en un Business Intelligence de tercera generación, en donde la primera etapa se centraba en dos funciones principales: producir datos e informes y organizarlos para permitir visualizarlos de una forma inteligible.  Una característica de esta etapa es que necesitaba de un experto en IT para hacerlo funcionar.

La segunda generación (Business Intelligence 2.0) se caracterizó por herramientas más rápidas y potentes en cuanto a características analíticas; esta etapa estuvo centrada en la creación del paradigma de dar la característica a las plataformas de uso self-service eliminando la dependencia del área de IT para hacer Business Intelligence.

Actualmente estamos en una tercera generación del BI, el cual centra sus objetivos en la democratización del dato, como forma de entender su acceso como algo obligatorio para toda la organización con el fin de obtener mayores conocimientos.

Para profundizar más el tema recomiendo el artículo: LA EVOLUCIÓN DEL BUSINESS INTELLIGENCE DE MERCANZA.

Así pues que el Business Intelligence es un requisito tanto a nivel empresarial como a nivel profesional.